La senadora panista sin credencial y también candidata presidencial del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez, celebró un acto el pasado domingo 3 de septiembre en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.

La entrega de la constancia para la candidatura presidencial debió otorgarse después de un fallido proceso presuntamente ciudadano, cancelado por decisión de los líderes partidistas, y tras una cargada de declinaciones.

A pesar de ser un acto con la presencia de militantes de base de los tres partidos que abanderan a Xóchitl Gálvez, el mitin quedó marcado por la raquítica asistencia de apenas cuatro mil personas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina.

 

En el desangelado mítin, Gálvez invitó a la activista Ceci Flores, que lucha por la desaparición de sus hijos acontecida en 2015, en Sonora. Flores ha dejado claro en entrevistas y documentales que su lucha no pretende buscar el poder y que en la búsqueda de desaparecidos no hay buenos.

En un documental, Ceci advirtió que lo importante para las madres buscadoras es poder encontrar a las personas desaparecidas y que para tal causa, ella ha tenido que hacer alianzas con sicarios o personas involucradas con el crimen organizado, con el fin de ayudar a la ubicación y recuperación de cuerpos.

Tras las denuncias realizadas por la periodista Martha Olivia López, en contra del exgobernador de Tamaulipas, actualmente prófugo de la justicia y redactor del proyecto de seguridad de Xóchitl Gálvez, Franciso García Cabeza de Vaca, por la posesión de un rancho en el municipio de Reynosa en donde han sido localizados cuerpos humanos en fosas clandestinas, es factible deducir que Ceci continúa dialogando con quienes perpetúan crímenes, en pos de recuperar cuerpos de las personas desaparecidas.

El discurso de Xóchitl Gálvez tuvo una duración de más de 30 minutos, sin embargo, pudo reducirse a un mensaje de cinco minutos o un hilo de Twitter. Xóchitl aseguró que puede ganar la elección de 2024.

La candidata ungida por aclamación y sin competencia interna, pues todos sus presuntos competidores declinaron, aseguró que no dividirá a la sociedad y que pondrá a todos a “jalar parejo”; planteó no recurrir a la ofensa ni a la descalificación, a pesar de que apenas el pasado viernes, con motivo del discurso presidencial, la propia Gálvez lanzó un tuit de descalificación en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

Aseguró que por ser ingeniera puede resolver problemas con soluciones (tipo Vicente Fox con el conflicto armado en Chiapas) y no con ideología, como si de alguna forma el ejercicio de la política o del servicio público pudiera deslindarse de las ideologías.

La panista decidió ignorar que por definición los partidos políticos requieren de ideología para su fundación y planeación de gobierno.

La senadora decidió cerrar su discurso recordando su supuesta regla de oro “ni huevones, ni rateros, ni pendejos”, exhortó la candidata en solitario (como José López Portillo en 1976), acompañada del dirigente nacional del PRI, “Alito” Moreno, señalado de corrupción en su paso por la gubernatura de Campeche, así como los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, respectivamente.

Rebeldía “fake”

El sábado 2 de septiembre el diario español El País publicó una entrevista con Xóchitl Gálvez, en la que se le cuestionó sobre las condiciones en las que se convirtió en la candidata del Frente Amplio por México. No obstante, la senadora dejó ver su estrategia electoral.

Al ser cuestionada sobre su petición de “dejarla ser” respecto a los partidos políticos, la panista externó: “lo que le gusta a la gente es un poco ese desparpajo, ese ponerme al brinco, ese decir las cosas como son”.

Gálvez dejó entrever que su supuesta personalidad de “outsider” es más una estrategia de colocación de marca o de simpatía electoral, que un gesto espontáneo de su personalidad. El hacer o decir cosas porque “le gusta a la gente” es una postura que no puede sostenerse con el tiempo.

Vía libre a la ultraderecha

En la misma entrevista, Gálvez es cuestionada sobre la posibilidad de buscar los votos de los sectores más radicales de la extrema derecha mexicana, como el Yunque, por citar uno.

El Yunque fue una organización fundamental para el triunfo de Vicente Fox en 2000, gobierno en el que Gálvez participó en el gabinete.

Xóchitl aseguró que lo importante es buscar la mayor cantidad de votos y que la ultraderecha tendría certeza jurídica.

El guiño a los grupos ultraconservadores y antiderechos no se detuvo en la posibilidad de generar actividades de odio o impulsar sus agendas, sino que la candidata les ofreció entrada a la vida económica del país.

“Les voy a dar energía limpia y van a pagar impuestos porque van a hacer más negocios, la libre empresa está clara, no soy una persona que crea que el Estado debe de tener monopolios”, dijo.

Abrir el mercado de las energías “limpias” a grupos como el Yunque o los resquicios de los camisas doradas, dotaría de poder económico y de una parte de un sector estratégico a grupos que atentan contra la vida de grupos históricamente vulnerados.

Reconoce que al Frente no le alcanza

En la visita realizada el pasado sábado 2 de septiembre en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Gálvez confesó ante los asistentes a su modesto acto, que se deben redoblar los esfuerzos en torno a su candidatura, pues “con lo que traen los partidos no ganamos”.

El repudio expresado por los ciudadanos en las encuestas y mediciones hacia el PRI y el PAN, respectivamente, ronda alrededor de 50 por ciento para el primero y 20 por ciento para el segundo, dejando a la panista sin posibilidad de reforzarse con la marca de los partidos.

En este mismo sentido, el expresidente Vicente Fox aseguró que el Frente Amplio por México sólo puede ganar si expande un 45 por ciento su intención de voto entre la población.

 

El expresidente y exvocero de la campaña de Xóchitl Gálvez aseguró que es entre los abstencionistas con quienes encontrarán estos votos.