Luis Enrique Orozco dejó la gubernatura interina de Nuevo León para que Samuel García reasuma su cargo como gobernador del estado para «garantizar la paz» en la entidad.
En conferencia de prensa y luego de que el estado tuviera «dos gobernadores» desde el pasado 2 de diciembre, el ex vicefiscal del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León informó que «por la paz y gobernabilidad decidió hacerse a un lado».
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Sin embargo, la última palabra la tuvo el Congreso de la entidad, al cual se turnó la renuncia del interinato, le dio entrada en calidad de emergencia, citó a los diputados y lo discutieron en el pleno para que el gobernador constitucional (García) retomara, de manera legal, sus funciones.
«Es innegable el derecho que tiene el gobernador de regresar al cargo, él lo ha expresado, y por ello busco evitar que este tipo de casos se judicialicen y provoquen incertidumbres«, reiteró Orozco Suárez.
Luis Orozco aclaró que no se hizo a un lado por tener alguna investigación abierta o que hubiera «algo en su contra», y ello lo obligara a presentar su solicitud de licencia al cargo como gobernador interino de la entidad.
El exfuncionario aclaró que no ha visto a Samuel García, no han hablado, ni tampoco negoció políticamente con él su renuncia al interinato, mucho menos a través de mensajes en What’sApp.
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«No es una decisión del gobernador ni mía», puntualizó, aunque recordó que Samuel le planteó que se reunieran la tarde de este lunes, antes de dar a conocer esta decisión.
Orozco hizo el anuncio en conjunto con Mauro Guerra, presidente del Congreso de Nuevo León, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Arturo Salinas.
