Omar García Harfuch es el actual encargado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en la Ciudad de México. A pesar de haber sido elogiado por diversos medios de comunicación en sus resultados en cuanto a la reducción de la violencia y la criminalidad en la ciudad lo cierto es que se desdibuja el trabajo en conjunto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal y la Guardia Nacional haciendo pasar a Harfuch como el único responsable de los buenos resultados.

Otra omisión de parte de quienes buscan posicionar a Omar García Harfuch como el ‘superpolicía’ en la ciudad es el constante señalamiento por parte de activistas y grupos de la sociedad civil sobre el actuar de los elementos a su mando en cuanto al uso de los cuerpos policiales para la represión de manifestaciones o protestas ciudadanas. Desde el comienzo de García Harfuch en la dependencia de la ciudad el uso de gases irritantes encapsulados en extintores ha sido una constante en la disolución de protestas.

Omar García Harfuch cuenta en su historial policíaco con diversos señalamientos sobre temas de interés nacional como su relación con el crimen de Estado perpetrado en contra de 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014. García Harfuch fue designado el 12 de febrero de 2013 como coordinador estatal de Guerrero por parte de la Policía Federal. Como parte del puesto Omar García Harfuch era encargado de vigilar las vías federales de comunicación, atender accidentes o imponer multas vehiculares.

El hoy secretario en la Ciudad de México ha tratado de contravenir las versiones que lo ubican como el encargado de la Policía Federal alegando que dejó el puesto en Guerrero el 7 de septiembre, 20 días antes de la desaparición forzada de los jóvenes de Ayotzinapa, para cubrir una comisión de apoyo en Michoacán a partir del 8 de septiembre. El protocolo de separación de puesto por comisión de la entonces Policía Federal contemplaba que se debía dejar un encargado de despacho hasta la designación de un nuevo coordinador pero que la responsabilidad recaía en el coordinador que dejaba el puesto.

Para el caso de Guerrero Omar garcía Harfuch dejó el encargo a José Antonio Cabrera Méndez quien tenía responsabilidad de informar cada 24 horas las novedades diarias y hacerlo en tiempo real en caso de situaciones relevantes lo que llevaría a Omar García Harfuch a tener conocimiento en tiempo real de lo acontecido con los jóvenes de Ayotzinapa aún si éste se encontrara en el estado de Michoacán como apunta su versión. Omar García Harfuch tenía, por reglamento, potestad y responsabilidad de las órdenes seguidas tanto por el encargado de despacho como por las tropas de la Policía Federal.

En las pesquisas realizadas por la entonces Procuraduría General de la República se detuvo al presunto líder de ‘Guerreros Unidos’, Sidronio Casarrubias, quien entre sus pertenencias tenía una libreta con números de contacto entre los que se encontraba el de Omar García Harfuch y señalaba de manera contundente su nombre. El ‘superpolicía’ capitalino dijo que mucha gente en Guerrero tenía su número pero que eso no era prueba de sus nexos con el grupo criminal.

El 21 de enero de 2021 un testigo colaborador de la Fiscalía General de la República identificado como, Juan, señaló a García Harfuch de formar parte de la nómina del grupo ‘Guerreros Unidos’ recibiendo 200 mil dólares al mes a cambio de informar sobre operativos que pudieran incluir a miembros de la célula delictiva así como permitir el paso de armas, dinero y drogas por el estado.

El grupo ‘Guerreros Unidos’ fue señalado como un brazo del grupo de los Beltrán Leyva, una facción del cártel de Sinaloa. Dicho cártel es identificado en la actualidad como el mayor rival del Cártel Jalisco Nueva Generación quienes intentaran asesinar a Omar García Harfuch en el 2020 en calles de la colonia Lomas de Chapultepec

El pasado 5 de septiembre el Diario El País reveló la presencia de Omar García Harfuch en reuniones de ‘juntas de autoridades’ realizadas por encargo del entonces procurador Jesús Murillo Karam, actualmente preso, para dar seguimiento al caso Ayotzinapa en las cuales se habría establecido la llamada ‘verdad histórica’ del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Las reuniones se realizaron en el 27 batallón de infantería ubicado en Iguala, Guerrero los días 7 y 8 de octubre de 2014 lo que habría puesto al actual secretario de Seguridad Ciudadana de CDMX en Guerrero apenas una semana después de los hechos y no en Michoacán como sus propios dichos señalan. Los resultados del Grupo Internacional de Expertos Investigadores apuntan a que existió una protección por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto a miembros del ejército mexicano involucrados en los hechos por lo que es sospechoso que la reunión a la que acudió García Harfuch se haya dado en instalaciones militares.

El caso Ayotzinapa no es la única polémica que pesa sobre el encargado de la seguridad capitalina, también están los señalamientos realizados por la periodista y escritora Anabel Hernández sobre su llegada a los cuerpos policíacos y la relación que guarda con la estructura de poder montada por Genaro García luna, actualmente preso por narcotráfico en los Estados Unidos. 

Cuando el entonces secretario de seguridad pública y ciudadana federal, Alfonso Durazo, dejó el cargo para competir en las elecciones del estado de Sonora el nombre de Harfuch era uno de los más repetidos por los medios de comunicación para ocupar su lugar sin embargo lo revelado por Anabel Hernández terminó por descartar sus pretensiones.

Omar García Harfuch fue invitado a formar parte de la recientemente creada Policía Federal en 2007 por parte de Luis Cárdenas Palomino, actualmente preso por tortura, debido a su formación como especialista en políticas de seguridad en los Estados Unidos. Cárdenas palomino se aseguró de que Omar García Harfuch entrara al cuerpo a pesar de que no acreditó ninguna de las pruebas necesarias.

Cuando en los exámenes se le cuestionó a García Harfuch si tenía relación con el crímen organizado el polígrafo apuntó ‘reacciones significativas de falta de veracidad’ además de que en las pruebas de destreza intelectual se le calificó como ‘debajo del promedio’ por lo que se catalogó como ‘no cumple con el perfil’ incluso antes de realizar las pruebas de confianza.

Luis Cárdenas Palomino intervino el proceso para asegurar el lugar en la policía de Omar García Harfuch e incluso se le relaciona con el acelerado ascenso que tuvo dentro del cuerpo policiaco. García pasó del puesto de suboficial a inspector general en tan solo cuatro años. 

Omar García Harfuch no ha sido el único miembro de su familia acusado de tener relaciones con el crimen organizado. De acuerdo con lo declarado por el propio Omar su hermanastro, Javier García Morales, fue asesinado en 2011 por sus nexos con el crimen organizado en el estado de Jalisco.

Además su padre, quien también fuera policía, Javier García Paniagua fue acusado por la DEA de estar relacionado con cárteles de drogas durante su gestión como directivo de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) institución utilizada durante la guerra sucia y acusada de diversas violaciones a los derechos humanos en México.

Su abuelo, Marcelino García Barragán, fue titular de la Secretaría de la Defensa Nacional durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz por lo que su responsabilidad como comandante de las tropas del ejército es inevitable en el asesinato de jóvenes la noche del 2 de octubre de 1968.

El intento de posicionar a Omar García Harfuch como candidateable para la jefatura de Gobierno en 2024 se torna peligroso al conocer el pasado del actual secretario y lleva a cuestionar si su inclusión en las encuestas es un interés legítimo por parte de la ciudadanía o un truco publicitario para tratar de limpiar el pasado de García Harfuch.