Contrario a lo que Marcelo Ebrard y su equipo, liderado por la senadora Malú Micher, acusaron como un proceso “fraudulento y lleno de irregularidades”, prácticamente todas las encuestas previas reflejan una tendencia favorable a Claudia Sheinbaum, desde hace un año.

Consistentemente, la exjefa de Gobierno se ha mantenido en un primer lugar entre las diversas mediciones que se han levantado al menos de un año a la fecha.

Así lo confirma también el agregado de encuestas de Polls.mx, un promedio de todos los ejercicios demoscópicos, que al día de hoy muestra una ventaja de nueve puntos porcentuales de Claudia sobre Marcelo, trazando un par de líneas paralelas que han estado muy lejos de tocarse.
Dicho trazo da a Claudia 37 por ciento de las intenciones de voto, frente a los 28 puntos de Ebrard.

Por ejemplo, la última encuesta de Enkoll daba a Sheinbaum 39 puntos, 17 arriba de Ebrard, quien obtiene 22 por ciento.

También la más reciente medición de El Financiero le otorgó una amplísima ventaja a la exjefa de Gobierno, dándole 40 puntos, muy por encima de los 28 puntos del excanciller.

Y una encuesta publicada hoy mismo por Mitofsky, arrojó que 33.2 por ciento de los encuestados manifestó su preferencia por Sheinbaum, frente al 24.3 por ciento de apoyos recibidos por Ebrard.

Es decir, Claudia se ha mantenido firme y de manera concisa en prácticamente todas las mediciones.

Para sembrar la confianza entre la y los aspirantes presidenciales oficialistas, Morena estipuló a principios de junio pasado que la definición llegaría a través de una “encuesta madre”, levantada por el partido, y cuatro encuestas espejo sugeridas por las propias “corcholatas”.

Pese a que en un primer momento, la casa encuestadora propuesta por Ebrard no fue seleccionada en el sorteo, Ricardo Monreal le cedió su lugar para incluir la suya, y así brindarle aún más certeza al excanciller, quien se quejó de que la encuestadora propuesta por una de las “corcholatas” había presentado resultados “inconsistentes” comparados con los resultados oficiales de comicios anteriores.

Cabe recordar que fue el propio excanciller, quien presionó a la dirigencia de Morena a definir las reglas del proceso de selección, y propuso una serie de condiciones y acuerdos a los que la y los aspirantes debían sujetarse, por ejemplo, el renunciar a sus cargos públicos para competir, se cumplieron.

Esta es la culminación de una serie de exabruptos y señalamientos por parte del excanciller, que crecieron paulatinamente a medida que las encuestas arrojaban prácticamente los mismos resultados de principios de junio.

Ya en agosto, el excanciller había acusado a Sheinbaum, de implementar una campaña negra en su contra, además de otros señalamientos, como pagar encuestas a su favor, acarrear gente y emplear servidores públicos para su promoción.

Entonces, Ebrard aseguró que las únicas encuestas en las que confiaba eran las que lo colocaban en primer lugar. (Ver nota)

“Ayer y hoy hemos encontrado, por desgracia, en el proceso de la encuesta en curso, en las urnas, en las boletas, evidencias en una proporción superior y por eso se tardó tanto todo el proceso. Nosotros afirmamos que esto debe reponerse, ya no tiene remedio”, señaló Ebrard en una conferencia de prensa, al exigir hoy que el proceso sea repuesto en su totalidad.
Con esto, Marcelo virtualmente rompe con la Cuarta Transformación y con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Qué sigue?

El siguiente paso para el excanciller y su grupo político es buscar asilo en un resquebrajado Movimiento Ciudadano, que hoy carece de candidatura y de proyecto político.
Dante Delgado, su mandamás, no ve mal al excanciller, y podría sumar a su discurso de la “tercera vía”, llevándose los pocos o muchos votos de quienes comulgan con Ebrard.