Tras la elección de 2018, donde Morena ganó la presidencia, además de 308 curules en la Cámara de Diputados y 69 en el Senado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador expuso la necesidad de que el INE recortara sus gastos.

En primera instancia, los recortes se llevaron a cabo por medio del Presupuesto de Egresos de la Federación. Para 2019 se implementó un recorte de 950 millones de pesos en el presupuesto del INE, mientras que en 2020 su presupuesto se redujo con otra reducción de mil 71 millones de pesos.

“Ahora se tiene que apretar el cinturón el gobierno, incluido el INE”, defendió López Obrador en su mañanera del 22 de noviembre de 2019.

Previo a esos recortes, el INE solicitó incrementos presupuestales que no pudo justificar. Ante esta situación, Lorenzo Córdova acusó que el Congreso colocó al INE en insolvencia para cumplir con sus facultades y obligaciones. Además, advirtió que interpondría una controversia constitucional al considerar que la reducción en su presupuesto implicaba una clara vulneración a la autonomía e independencia del Instituto.

Desde entonces, el INE ha recurrido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para defenderse de los recortes presupuestales. En general, la Corte ha coincidido con la postura del INE, por lo que poco a poco el debate sobre el gasto de este órgano comenzó a enfocarse al cuestionamiento de los altos salarios de sus funcionarios.

En 2020, por ejemplo, poco después de que se diera a conocer que las percepciones de los consejeros del INE superarían de nueva cuenta el salario del presidente López Obrador, el entonces diputado de Morena Pablo Gómez criticó que justificaran su alto salario por llevar a cabo un trabajo especializado.

Meses después, el debate agregó que los consejeros del INE cuentan con al menos 262 asesores, algunos de ellos compensados económicamente al mismo nivel que López Obrador. Antes de esa revelación, Lorenzo Córdova indicó que el INE haría todo lo posible para cumplir con sus obligaciones, aunque advirtió que esto no pondría en riesgo los derechos laborales de su personal ni las actividades sustanciales del Instituto.

La «burocracia dorada» del INE

Lorenzo Córdova Vianello llegó al entonces consejo general de Instituto Federal Electoral (IFE) en diciembre de 2011 impulsado por el PRD. La transformación del IFE en el actual Instituto Nacional Electoral (INE) le permitió ser nombrado en 2014 consejero presidente, cargo en el que permaneció por nueve años.

Es hijo de Arnaldo Córdova, quien fue un diputado federal por el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), considerado uno de los principales estudiosos del sistema político mexicano y activistas de la izquierda mexicana del siglo XX.

Lorenzo Córdova comenzó a trabajar en el sistema electoral en 1995 como uno de los asesores del primer consejero presidente del IFE, José Woldenberg. Después de un periodo en el que salió del país para completar sus estudios, regresó nuevamente como asesor del IFE.

En 2006, Córdova Vianello, junto con otros académicos, periodistas e intelectuales, firmó un desplegado titulado “La coexistencia de la pluralidad política reclama la defensa de las instituciones de nuestra democracia” el cual, entre otras cosas, afirma que no existen evidencias de que se llevara a cabo un fraude en la elección presidencial de 2006. Se cree que esta situación explica el primer distanciamiento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el hoy exconsejero del INE.

Se estima que durante el paso de Lorenzo Córdova en el INE, el salario de los consejeros y otros altos mandos de esta institución costó más de 162 millones de pesos a las arcas públicas. Y de acuerdo con su última declaración presupuestal, Córdova es dueño de al menos seis bienes inmuebles, además de cuadros, joyas, una colección de relojes y otras pertenencias que prefirió mantener en reserva.

Liquidación, el último privilegio de Lorenzo Córdova

La defensa presupuestaria del INE se ha visto afectada por las revelaciones de los salarios y beneficios que recibirían los consejeros salientes en 2023. En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) del presente año, el Instituto propuso para sus consejeros una percepción bruta anual de 4 millones 377 mil 625 pesos, casi la misma cantidad que solicitó para 2022. Ese año, Lorenzo Córdova recibió un sueldo mensual de 177 mil 858 pesos.

Semanas antes de la salida de Córdova de la presidencia del INE, varios medios dieron a conocer que, al finalizar su gestión, recibiría una compensación de 1.9 millones, debido a sus casi 12 años como funcionario del sistema electoral.

La defensa de estos privilegios y sus otras polémicas con el gobierno mexicano terminaron por afectar la imagen del exconsejero del INE. Una encuesta de El Financiero publicada el 3 de abril señala que 53 por ciento de la población desaprueba su gestión, al tiempo que sólo cuatro de cada 10 encuestados validó su labor al frente del órgano electoral.