La edil de la alcaldía Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, ha posicionado como una de las mayores acciones de su gobierno el llamado ‘operativo diamante’ que consta principalmente en retirar de la vía pública a vendedores, comerciantes y muebles mostrencos; acciones que son responsabilidad de las y los alcaldes en Ciudad de México y cuyo nombre es una manera desesperada de glamorizar las responsabilidades del gobierno.

Sandra Cuevas se disfraza de policía para encabezar estos recorridos y a manera de cuasi emperadora comienza a señalar y ordenar que se retiren cosas o que se levanten infracciones sin considerar las situaciones legales, económicas o sociales de aquellas personas que reciben el dedo juzgador de Cuevas.

 

Los principales afectados de estas acciones han sido comerciantes informales. Bajo la perspectiva de gobierno de Sandra Cuevas el comercio informal altera el orden y afecta a la imagen de pulcritud que ha perseguido de manera obsesiva desde el 2018. Sin embargo el origen del comercio informal responde a condiciones económicas provenientes de la crisis económica conocida como ‘efecto tequila’ en 1994.

El comercio informal representa en la actualidad el 56 por ciento de los empleos en el país y contribuye con un aproximado del 20 por ciento del Producto Interno Bruto. Un total de 32 millones de personas dependen de la venta y compra de artículos de manera no formal, es decir dependiendo completamente de las ventas del día para sobrevivir.

Las acciones realizadas por la edil de Cuauhtémoc ponen en entredicho la capacidad económica de los comerciantes de la alcaldía y con ello se afectan a miles de familias pues el retiro de productos o de espacios pone en condiciones de vulnerabilidad económica a quienes dependen de estas actividades.

 

Le ley no te salva

Otra de las controversias alrededor del operativo tiene que ver con el retiro de las denominadas ‘terrazas a pie de calle’ que se habilitaron durante la situación de emergencia por la pandemia de Covid-19 en el año 2020 en la Ciudad de México.

La estrategia de la denominada ‘nueva normalidad’ permitió a restaurantes y comercios de alimentos y bebidas el uso de espacio público como banquetas, camellones o calles para la implementación de terrazas que evitaran la aglomeración y propagación de los contagios de la enfermedad. Estos permisos se emitieron y refrendaron durante los años 2021, 2022 y algunos siguieron expidiendose en el 2023.

Con el ‘operativo diamante’ Sandra Cuevas ha retirado parte de estas estructuras alegando que el uso de la vía pública no puede privatizarse y ha pedido a su equipo que se levanten infracciones contra comercios que hacen uso de las disposiciones otorgadas por el Gobierno de la Ciudad de México.

El ataque contra las fuentes económicas de parte de Sandra Cuevas no se limita a afectar al comercio informal lo cual es inmoral pero tiende a estar bajo los preceptos legales sino que ello se suma a su disputa en contra del gobierno de Claudia Sheinbaum y de la denominada 4T violando las disposiciones emanadas por el gobierno central de la Ciudad.

 

En un video se puede apreciar a Sandra Cuevas argumentando que el retiro de terrazas está aprobado por el gobierno de la Ciudad de México pero aún así considera como necesario el retiro de los bienes para mantener el orden en la alcaldía. 

Los comerciantes que dependen de las actividades de venta se han visto afectados en cualquier modalidad en la que sea que funcionen; si optan por la vía informal podrían ser retirados de manera violenta o perseguidos por el operativo diamante pero si optan por la vía formal el mismo operativo podría levantarle infracciones o retirarle bienes a los que se ha invertido dinero para ofrecer mejores servicios.