Las elecciones españolas celebradas el pasado domingo 23 de julio arrojaron un triunfo electoral del conservador Partido Popular (PP), sin embargo, no sumó los escaños necesarios para conformar por sí solo un gobierno, lo que permitirá a Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), mantenerse al frente de él.

La alianza de los partidos de derecha, compuesta por el Partido Popular y Vox (extrema derecha) se quedó lejos de los 176 escaños necesarios para la determinación de la Presidencia del Gobierno Español. 

El PP se convirtió en el partido más votado y obtuvo 136 escaños en el Parlamento que, sumados a los 36 que aportó el partido de Santiago Abascal, aún requiere otros siete escaños para obtener el triunfo.

Por su parte, el representante del PSOE, Pedro Sánchez, consiguió obtener resultados similares a los de la elección de 2019, cuando su partido consiguió formar un gobierno de coalición para hacerse con la Presidencia. 

Hoy el PSOE suma 122 escaños y la alianza con la izquierda menos moderada, SUMAR, cuenta con otros 31 escaños. 

Serán los partidos independentistas y radicales quienes determinen la presidencia.

Los partidos independentistas como el  Junts per Catalunya (JxCat), que tiene siete diputados, o el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que cuenta con cinco escaños, serán quienes podrían determinar si Pedro Sánchez continúa  en la presidencia y evitar así el ascenso de la derecha en Europa.

“Aquellos que planteaban el machismo, el retroceso en derechos y libertades; el bloque involucionista del PP y Vox ha sido derrotado. Somos más, muchos más, los que queremos que España avance y así seguirá siendo”, sentenció Pedro Sánchez en un discurso en la sede del PSOE en Madrid.