La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la polémica reforma constitucional que permitirá la elección popular de jueces, magistrados y ministros a partir de 2025, además de reducir el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a 9. La sesión, marcada por un intenso debate de más de seis horas, culminó con 22 votos a favor de Morena y sus aliados, y 17 en contra por parte de la oposición, que ha expresado su firme rechazo a la iniciativa.

 

La reforma busca, según la mayoría legislativa, poner fin al nepotismo, la corrupción y el derroche en el Poder Judicial de la Federación (PJF). Durante la discusión, los defensores de la reforma, como el morenista Marco Rosendo Medina, insistieron en que la propuesta es necesaria para romper con lo que consideran una «oligarquía» judicial que se opone a los intereses populares. Sin embargo, la oposición, encabezada por el PRI y el PAN, considera que la medida no solo es impracticable, sino que también representa un ataque directo a la independencia judicial.

 

Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI, criticó la viabilidad de la reforma, señalando que la implementación de elecciones para jueces, magistrados y ministros en una ciudad como la Ciudad de México, podría llevar a una crisis institucional debido a la complejidad del proceso. Moreira planteó que los votantes tendrían que elegir entre miles de candidatos, lo que haría imposible una jornada electoral efectiva. Además, advirtió sobre los riesgos de la injerencia de poderes fácticos, como el crimen organizado y el capital privado, en la elección de los funcionarios judiciales.

 

El debate también incluyó momentos de confrontación personal, como los intercambios entre el presidente de la comisión, Juan Ramiro Robledo, y la diputada Susana Prieto. Prieto, quien dejó Morena, denunció que ha sido marginada por sus antiguos compañeros, lo que derivó en un tenso enfrentamiento en la tribuna. Por su parte, diputados de Morena y la oposición se acusaron mutuamente de «traición a la patria», reflejando el ambiente polarizado que ha rodeado la discusión de esta reforma judicial.