El comercio en vía pública es un tema complejo, porque involucra los derechos de la ciudadanía al espacio público y al trabajo. En Ciudad de México está pendiente de crearse una ley para regular esta actividad, a pesar de que se ordenó al Congreso local crear una norma desde 2017.
Héctor Vázquez Aguirre, exdirector de Mercados y Vía Pública de la alcaldía Cuauhtémoc, considera importante que esta ley sea emitida a la brevedad. Sin embargo, señala que en estos procesos es necesario escuchar tanto a las agrupaciones de vendedores ambulantes como a los ciudadanos que conviven con esta actividad diariamente.
«Partiendo de la base de que las asociaciones de comerciantes son importantes, de que es necesaria su interlocución con el gobierno, de ahí ya vamos ganando», comentó el exfuncionario en entrevista con Público.
El comercio ambulante opera con el permiso expreso de las alcaldías, ya que ellas son las autoridades responsables de autorizar y vigilar el uso del espacio público en sus territorios. Héctor Vázquez destacó que desde esas instancias se pueden lograr varios avances para reglamentar esta actividad.
«En Cuauhtémoc, lo que hicimos fue un proceso laborioso de censo de la actividad en todas las unidades territoriales (68), menos Centro Histórico y Tepito. Se nos vino la pandemia, por lo que sólo pudimos regularizar 17 unidades territoriales, en donde los ubicamos en un mapa GPS», resaltó.
Comercio ambulante debe ser una actividad transitoria
Sobre los vecinos, el exdirector de Mercados y Vía Pública de Cuauhtémoc expresó que se debe tener en cuenta las consecuencias que puede generar el comercio en vía pública en ciertas zonas de la Ciudad de México.
«Tenemos que ver con mucha atención los casos de éxito y sus externalidades negativas, porque sus actividades no tienen por qué afectar a los vecinos. Es extraordinario que estos comerciantes tengan éxito, pero que eso lleve a que sus clientes se estacionen en mi entrada, no puede ser. Ahí la situación rompe con la armonía», agregó.
En ese sentido, Vázquez Aguirre indicó que una ley para el comercio ambulante en la Ciudad de México debe considerar esta actividad como una alternativa transitoria. «Al final los vecinos tienen la razón, porque no puede ser que un changarro más pulcro o que cumpla con ciertas condiciones sea informal. Eso es una gran incongruencia».
Pero el exfuncionario de la alcaldía Cuauhtémoc reconoce que este punto podría generar dificultades para negociar con los comerciantes ambulantes. Aunque se puede esperar que estos grupos busquen defender sus intereses, Vázquez confió en que, con reglas claras, se puedan establecer alternativas que lleven al comercio al aire libre a transitar hacia la formalidad.
«Creo que, si les das certeza jurídica, no tendría que haber ningún problema. Tendrías que aprovechar los permisos para generar alternativas que los lleven a transitar hacia la formalidad», señaló.
El comercio en vía pública, a debate
En la Ciudad de México se reconoce a los comerciantes al aire libre como trabajadores no asalariados. Desde 2022, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) realiza visitas a mercados y tianguis para presentarles las ventajas de formalizar sus actividades ante el fisco.
Sin embargo, Héctor Vázquez considera que una ley de comercio en la vía pública también debe contemplar actividades como las llevadas a cabo por hojalateros, boleadores, expendedores de periódico (voceadores y vendedores de revistas usadas), los «viene viene», comercio ambulante y limpiaparabrisas.
La inclusión de estos grupos también demandaría que una eventual norma de comercio en la vía pública tenga un enfoque multidisciplinario y multisectorial. «Si es una ley muy básica, donde sólo se sugieran ciertas cosas, no habría ningún problema. Pero me parece que tenemos qué hacer algo profundo y en muchos sentidos», añadió.
El exfuncionario de la alcaldía Cuauhtémoc destaca la existencia de propuestas previas como Chambeando ando, así como una iniciativa presentada en 2021 por el exalcalde Néstor Núñez. Sin embargo, consideró que esta medida debe ser discutida en un parlamento abierto.
«Las agrupaciones de vendedores ambulantes al final representan un capital político que podría generar muchos problemas si se te revierte. El antídoto para eso es escucharlos en un parlamento abierto, con transparencia. Imagínate que los diálogos que se establezcan con ellos sean transmitidos en vivo. Creo que ahí se pueden sentar las bases para que nadie se diga sorprendido», concluyó.