En el Centro Cultural Tlatelolco, se llevó a cabo una fascinante charla donde el artista técnico neerlandés, Thomas Kole, y el ingeniero geomático mexicano, Andrés Semo, presentaron su proyecto conjunto «Retrato de TENOCHTITLAN, una mirada a la recreación artística». Este proyecto representa una interpretación detallada de la antigua ciudad de México-Tenochtitlán, que floreció entre los años 1325 y 1521, en lo que hoy conocemos como la Ciudad de México.

 

Durante la conferencia, Kole compartió cómo el proyecto comenzó como un pasatiempo, enfrentando numerosos desafíos y momentos de desánimo debido a la extensa labor que implicaba. Sin embargo, su pasión y determinación lo llevaron a concluirlo artesanalmente, enfatizando que se trata más de una interpretación artística que de una recreación exacta, dada la escasez de mapas precisos de la ciudad prehispánica.

El proyecto se enriqueció con las fotografías proporcionadas por el ingeniero Andrés Semo, quien además de ser un piloto de drones es un apasionado de la historia precolombina. Semo resaltó la importancia de que este proyecto no solo sea visto como una obra artística, sino como una herramienta para la reflexión sobre la relación entre el ser humano y su entorno.

En este sentido, Semo señaló que las imágenes del proyecto nos llevan a reflexionar sobre la triste realidad de cómo la desecación de los lagos, una decisión tomada siglos atrás, ha impactado el medio ambiente y la calidad de vida en la región. Además, alertó sobre la degradación natural que enfrentamos en la actualidad, evidenciada por la escasa visibilidad de los volcanes, los cuales se ven, en promedio 2.3 días al año.

 

Semo advirtió que es imperativo repensar el espacio urbano en la actualidad, subrayando la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural y natural.

 

Thomas Kole explicó los desafíos adicionales que enfrentaron al traducir la página web del proyecto a tres idiomas: inglés, español y náhuatl. Destacó que el 10% de los visitantes del sitio optan por la traducción al náhuatl, resaltando así la importancia de promover y preservar esta lengua indígena. En consonancia con esta idea, Rodrigo Ortega Acoltzi, encargado de traducir los textos al náhuatl, compartió los desafíos que enfrentó en esta tarea, especialmente al encontrar equivalencias para términos modernos. Acoltzi destacó la necesidad de adaptar el náhuatl para hacerlo accesible a los hablantes contemporáneos, concluyendo que el proceso de traducción es un acto de devolución para las personas que hablan esta lengua.

 

Finalmente, la noticia de que este trabajo esté publicado en National Geographic ha generado gran expectativa, ya que podría ser la primera vez que la revista presente contenido en lengua náhuatl, lo que resalta la relevancia y el alcance internacional del proyecto «Retrato de TENOCHTITLAN».