La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó una profunda preocupación por la violencia generada en Perú después de la destitución del expresidente Pedro Castillo.
El pasado lunes 9 de enero fallecieron al menos 17 personas según fuentes oficiales derivado de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden público. Desde el 7 de diciembre hasta ayer han perdido la vida 39 personas y 518 resultaron heridas durante las protestas.
El Alto Comisionado informó que al menos nueve de las personas perdieron la vida por arma de fuego durante el lunes pasado.
«Instamos a las autoridades a que lleven a cabo investigaciones inmediatas, imparciales y efectivas sobre las personas muertas y heridas, y que se garantice a las víctimas el acceso a la justicia y a la reparación» insto el Comisionado.