Señor António Guterres, secretario general de Naciones Unidas.

Ministros de seguridad.

México saluda con mucho gusto esta Cuarta Cumbre de Jefes de Policía y felicita a organizadores y participantes que hacen posible este valioso intercambio de experiencias.

 

Las Fuerzas Armadas del Estado mexicano participan y lo seguirán haciendo con elementos asignados a misiones permanentes y de paz de Naciones Unidas.

 

Hoy refrendamos nuestro serio compromiso y cooperación para contribuir a un mundo más pacífico y seguro, con mujeres integrantes, también de la Guardia Nacional.

 

En mi país atendemos las causas que generan la violencia, con servicios sociales universales, como la pensión para 12 millones de adultos mayores, pensión para más de un millón de personas con discapacidad. Buscamos así mejorar las condiciones de vida de la población. Que nadie se quede sin alimento.

También con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y becas para estudiantes de educación media y superior.

 

Evitamos que nuestros jóvenes sean cooptados por la delincuencia o víctimas de las drogas.

Aparte, tenemos prácticas de prevención como:

Desarme Voluntario, donde la población acude de manera voluntaria y anónima, a canjear armas de fuego por dinero en efectivo.

Acciones contra la violencia hacia las mujeres y niñas con atención, sanción y erradicación de la violencia de género.

Operativos de inteligencia para detener a criminales que violentan colonias y comunidades, y algunas zonas específicas del país.

Con estas acciones se ha hecho posible una reducción en casi todos los delitos del fuero federal y fuero común durante el actual gobierno.

Los secuestros bajaron 70%, los robos disminuyeron 30%, el robo de vehículo descendió 47%, el robo de hidrocarburos bajó 94% y el homicidio descendió 19%.

Igual que Naciones Unidas, los mexicanos y mexicanas tenemos un compromiso con la pacificación, y el objetivo de que paren los ataques entre grupos criminales.

Pero eso, eso no será posible mientras la industria armamentista siga otorgando de manera ilícita, armas de fuego de alto poder a organizaciones criminales mexicanas a cambio de dinero.

Por eso, pedimos como medida de prevención de las violencias, que Naciones Unidas ponga atención en el tráfico internacional de armas de fuego, para que las armadoras paren en su acción de fortalecer a los grupos delictivos.

En México enfrentamos a los cárteles de las drogas, mientras por debajo de la mesa, en otras partes, se les ayuda a potenciar su acción violenta.

No queremos que nuestro país siga poniendo los muertos, queremos familias felices.

Nuestra nación tiene toda la capacidad política, de inteligencia operativa y presencia de seguridad para actuar contra los criminales, pero no es correcto que la economía de las fábricas armadoras esté por encima de la seguridad de mi patria.

Tenemos en México un presidente fuerte, de convicciones, respaldado con la aprobación del 70% de los mexicanos, el artífice del cambio social sin violencia que vive México.

Diariamente, a las 6 de la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabeza personalmente las reuniones del Gabinete de Seguridad, cuyos integrantes no tenemos vínculos ni intereses con delincuentes. Actuamos bajo la premisa de cero corrupción, cero impunidad y cero complicidad.

Bajo su liderazgo, nuestras Fuerzas Armadas se han ganado la confianza de la población y hemos avanzado en la pacificación de México.

López Obrador es el Presidente de la Paz y la nación experimenta una mejora en la percepción de seguridad y por primera vez, una mujer, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, llevará a México al segundo piso de la transformación.

Señoras y señores. Hay informes que esta organización maneja sobre fabricantes de drogas sintéticas que no corresponden a la realidad.

En el caso de México sus datos proceden del esfuerzo al combate de las organizaciones delictivas que realizan las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.

Estas tareas se centran en la destrucción de esas sustancias y la detención de delincuentes, aún a costa de vidas de soldados, de marinos, de guardias nacionales y de policías.

Por supuesto que nos preocupan los fallecimientos de quienes de este lado de la frontera consumen drogas y estamos haciendo nuestra parte, pero también nos preocupan las muertes por el uso de armas de fuego en nuestro territorio.

Por eso, es necesario que, así como se hizo con el desarme nuclear, los estados integrantes de Naciones Unidas pongan atención para que cese el tráfico ilegal de armas de fuego hacia los grupos delictivos.

La vida, las vidas están por encima del mercado de armas.

Y México, nuestro México, no está condenado a la guerra; México está destinado a la paz.

Gracias por su atención.