Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, omitió atender las irregularidades y anomalías detectadas en la Casa roja o Casa chueca de Xóchitl Gálvez, ubicada en Sierra Santa Rosa 62, en la colonia Reforma Social.
En entrevista con la reportera Daniela Barragán, del portal SinEmbargo, Gustavo García Arias, quien fue director Jurídico de Benito Juárez durante la administración del morenista Víctor Hugo Romo, reveló que Mauricio Tabe y su equipo recibieron la documentación que constata que la propiedad no contaba con los permisos de Uso y Ocupación, es decir, que se trataba de una construcción irregular.
El 10 de agosto de 2021 se llevó a cabo la visita de verificación en Sierra Santa Rosa 62, ocasión donde se constataron las irregularidades, a 50 días del fin de la administración de Romo.
Por cuestiones de procedimientos y de temporalidad, el “proceso calificador”, requiere de semanas o meses para que el desarrollador inmobiliario y/o el propietario del inmueble manifieste sus argumentos o alegatos, y se lleve a cabo un desahogo de pruebas en un audiencia, a fin de tener una resolución “fundada y motivada”.
Es decir, el proceso debió retomarlo y concluirlo la actual administración de Miguel Hidalgo.
Por su parte, Mauricio Tabe acusó el lunes 18 de septiembre, en una charla con el periódico El Universal, que en la lista de inmuebles irregulares que Romo le entregó durante el cambio de administración, no aparecía el predio donde se ubica la Casa roja o Casa chueca de Xóchitl Gálvez.
No obstante, la propia Alcaldía Miguel Hidalgo, encabezada por Mauricio Tabe, en respuesta a una solicitud de información de la reportera Barragán, fechada el 30 de agosto de 2023, evidencia que la Subdirección de Calificaciones de Infracciones sabía de las irregularidades de la casa de Xóchitl Gálvez:
“(el inmueble) se encuentra en proceso de substanciación por lo que aún no se cuenta con una resolución administrativa”.
¿Qué debió hacer entonces la Alcaldía Miguel Hidalgo a cargo de Mauricio Tabe?
Colocar sellos restrictivos a la obra y avisar a cualquier potencial comprador que la obra no estaba terminada ni en regla.
En caso de que el particular no quisiera regularizarla, procedería a una clausura. En un caso extremo, la autoridad podría revocar la manifestación y asegurar los folios reales con el fin de que el inmueble no pueda ser vendido.
“Nada de esto sucedió, Mauricio Tabe simplemente se sentó en el expediente de verificación y durante dos años no ha resuelto y Gálvez aprovechó para escriturar y para ocupar de manera indebida el inmueble”, dijo Gustavo García Arias a SinEmbargo.
Otra salida al conflicto, era simplemente multar al desarrollador inmobiliario, nada de lo cual encaró el alcalde Tabe.