Previo a la ceremonia de conmemoración por los 50 años del golpe de Estado en Chile, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el asesinato de Salvador Allende como una “traición abominable y una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”.
“Aún cuando muchos opinaban que sólo mediante las armas podía mantenerse en la presidencia y evitar que lo asesinaran, él era un pacifista, por eso aquello fue un crimen horrendo.
“La traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con todo, ni con toda el agua de los océanos”, aseveró.
Posteriormente, el Presidente de México participó en el “Acto ciudadano en Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado”.
“El profundo respeto, cariño, que tenemos por el presidente Salvador Allende, que aún gobierna con su ejemplo es el apóstol de la democracia de Chile y un símbolo de la dignidad de los servidores públicos en todo el mundo. Estar aquí es conmemorar una fecha histórica”, apuntó.
Previamente, López Obrador firmó, en conjunto con los presidentes de Latinoamérica, el “Compromiso de Santiago”, iniciativa promovida por el mandatario chileno Gabriel Boric para cerrarle el paso a cualquier acción que atente contra la democracia.
Acudieron al acto solemne, los presidentes de Bolivia, Luis Arce; de Colombia, Gustavo Petro, y el primer ministro de Portugal, António Costa; asimismo, el expresidente de Uruguay, José Mujica, y el de Colombia, Juan Manuel Santos, entre otros.