Por primera vez, Ovidio y Joaquín Guzmán López, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, comparecerán juntos ante una Corte federal en Chicago este martes 7 de enero. La audiencia, presidida por la jueza Sharon Johnson Coleman, es clave en las negociaciones con fiscales estadounidenses para alcanzar un acuerdo que podría evitarles un juicio por múltiples delitos relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada.
Ambos hermanos enfrentan nueve cargos, entre ellos conspiración para traficar cocaína, heroína y metanfetaminas, así como lavado de dinero y uso de armas de fuego. De ser declarados culpables, podrían recibir sentencias mínimas de 20 años de prisión o incluso cadena perpetua. Sin embargo, el proceso de negociación busca reducir estas penas a cambio de información clave que los convertiría en testigos colaboradores.
El abogado defensor de los hermanos, Jeffrey Lichtman, confirmó que las conversaciones con el Departamento de Justicia están avanzadas. Tras la audiencia de octubre pasado, en la que Ovidio Guzmán apareció esposado, Lichtman señaló que ambos hermanos permanecen bajo arresto en una ubicación no revelada, lo que sugiere condiciones especiales de resguardo como parte del proceso de negociación.
Se especula que Joaquín Guzmán habría liderado una operación para secuestrar a Ismael “El Mayo” Zambada y entregarlo en Texas, hecho que habría intensificado la violencia en Sinaloa. Este episodio podría ser clave en las negociaciones, ya que la información proporcionada por los Guzmán López sería crucial para desmantelar las operaciones del Cártel de Sinaloa en territorio estadounidense.