El proyecto clave de la administración de Andrés Manuel López Obrador para el desarrollo del sureste del país es el Tren Maya, un proyecto que busca conseguir una integración regional generalizada para los estados de Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán.

El estado de Yucatán se consolida dentro de la región como el mejor posicionado tanto en materia de seguridad pública como en bienes y servicios lo que permite que su desarrollo humano y económico sean clave para potenciar, junto a Quintana Roo, el desarrollo de la región.

El gobernador Mauricio Vila comprendió que la implementación del proyecto del Tren Maya en el territorio trasciende a las disputas políticas e ideológicas presentes entre los partidos que impulsan por un lado al presidente de la república, Morena, y por el otro al gobernador yucateco, el Partido Acción Nacional (PAN).

En las discusiones presentes alrededor del desarrollo del Tren Maya, el PAN a nivel nacional inició procesos de amparo y otros recursos legales con vistas a detener el proyecto a pesar de que el gobernador de Yucatán nunca se opuso a la construcción del tren.

La posición de apoyo y respaldo al Tren Maya por parte de Mauricio Vila proviene, principalmente, del entendimiento de la península como un motor de desarrollo social y económico y el concebir el Tren Maya como un potenciador de la región.

Uno de los principales motores económicos de Yucatán es el turismo. Le aporta al estado 13,6 por ciento del total de su economía, aunque el principal ingreso monetario del estado se centra en el comercio al pormenor, que abarca un total de 46,2 por ciento de los ingresos totales del estado.

La entrada en juego del desarrollo del Tren Maya, así como de los dos hoteles construidos y administrados por el gobierno federal a través de la Sedena en los municipios de Nuevo Uxmal y Chichen Itzá permitirá el incremento del turismo apoyando a que el porcentaje de ingreso económico en el estado se incremente así como la venta de productos al por menor.

El 50 por ciento de las personas que llegan de fuera a Yucatán para vivir provienen de Quintana Roo, que aporta 24,4 por ciento de la población migrante; le sigue Campeche, con 15.5 por ciento. y Tabasco con 13.6 por ciento, de personas migrantes. De acuerdo con los datos presentados por Data México la principal causa de migración es la búsqueda de una mejor vida.

Contemplando que 53.5 por ciento de la población migrante de Yucatán pertenece a estados conectados con el proyecto del Tren Maya, la calidad de vida de las personas migrantes en el estado podría mejorar considerablemente al contar con un medio de transporte capaz de conectarlos con sus familias en el estado de origen y, al mismo tiempo, conservar sus empleos en Yucatán.

El proyecto fue puntualmente criticado por no ser ‘ecológicamente viable’, desde la perspectiva de algunas organizaciones civiles como la encabezada por el actor ‘Eugenio Derbez’, denominada Séelvame del Tren. Sin embargo, los datos recolectados por las instancias gubernamentales demuestran que la movilidad al interior del estado se basa, principalmente, en el transporte en vehículos particulares con motores a gasolina.

Es destacable que el uso del vehículo predomina en los traslados no mayores de 30 minutos. A partir de los 31 minutos en adelante predomina la caminata demostrando que la movilidad al interior del estado no es propiamente ecológica ni amable con el medio ambiente. La movilidad a pie podría responder a un rezago en el transporte público que el Tren Maya podría solucionar.

En cuanto al presupuesto destinado por el gobernador Mauricio Vila y la federación cabe resaltar que el gasto de desarrollo económico, uno de los principales indicadores de Yucatán, es casi equivalente al gasto de desarrollo social lo que combina la visión empresarial del partido de Vila con la visión de bienestar social y humano de Morena.

Mauricio Vila consiguió combinar dos visiones que parecían encontradas en un sistema de gobernanza complementario entre el desarrollo al interior del estado y la apertura a consolidar un desarrollo regional.

Contemplando que 25.3 por ciento de la población de Yucatán se encuentran entre los rangos de edad de entre 15 a 29 años, lo que significa un cuarto de la población en edades óptimas para integrarse al mundo laboral, lo que a su vez pone sobre el gobierno de Yucatán el reto de otorgar empleo y generar condiciones dignas de trabajo.

Los datos presentados por el gobierno de Mauricio Vila plantean un eficaz modelo de gobierno en coordinación con el gobierno federal pero ponen en perspectiva los retos que enfrenta Yucatán en un futuro inmediato. La elección de gobernador en 2024 tiene el reto de sobreponer las visiones partidistas a perfiles más conciliadores que sean capaces de dar continuidad a dos proyectos, el interno que ha entregado resultados excelentes a través de Vila y el federal que busca generar mejores condiciones de vida para las personas habitantes del sur y no solo de Yucatán.

El riesgo de la confrontación

La posición del panismo en cuanto al Tren Maya no sólo se aleja del modelo de gobernanza de Mauricio Vila, sino en las capacidades de desarrollo de Yucatán que han sabido aceptar y abrazar el proyecto del Tren Maya como una oportunidad de consolidar los resultados del progreso humano y económico de Yucatán con la región.

El proyecto federal que ha subrayado el sureste como un eje de potencia pone en duda si el Partido Acción Nacional está a la altura de la población yucateca y opta por un perfil conciliador que sea capaz de consolidar la alianza regional y federal con Yucatán en el centro, o si, por el contrario, opta por un perfil de alto contraste.

El alcalde de Mérida, Renán Barrera, parece tener de su lado a la dirigencia nacional del blanquiazul, principalmente por seguir el programa de confrontación y disputa entre poderes llegando incluso a señalar la cercanía de Mauricio Vila con el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Renán Barrera y Marko Cortés están dispuestos a arriesgar el avance en materia económica, social y política alcanzado por Mauricio Vila.