No es un secreto que la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, permanentemente envuelta en polémicas y en confrontaciones, simpatiza con posiciones y expresiones de ultraderecha. Algunas de ellas concernientes a temas de seguridad pública, pues ambiciona ser secretaria de Seguridad Ciudadana o jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Cuevas asistió la semana pasada a un congreso contra la trata de personas y participó en diversos actos organizados por la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), una asociación que conglomera a activistas católicos, antiabortistas, homófobos, en contra de la lucha feminista, de los derechos LGBT y anticomunistas.

Así, sin empacho, Cuevas difundió en sus redes sociales contenidos del evento en el que que convivió con varios líderes ultraconservadores de los Estados Unidos: “¡Unidos despertamos conciencias!”

A la cumbre acudieron también otros políticos y funcionarios mexicanos, así como miembros de organizaciones interesadas en la trata de personas. Destaca la Asociación de Municipios de México (AMMAC).

Algunos de estos asistentes reconocieron no haber sido enterados que la cumbre estaba vinculada a la CPAC; otros admitieron no saber lo que estás siglas significaban y además, la agenda de actividades y posicionamientos fue entregada cuando llegaron a Washington.

Se organizó una cena de bienvenida para la noche del 26 julio en la casa de la familia Schalapp, a la que pertenece Matt Schlapp, reconocido lobbista republicano cercano a Donald Trump, quien además preside la CPAC.

Describieron el ambiente como “muy católico”, por lo que muchos mexicanos asistentes se abstuvieron de postear nada en sus redes sociales y optaron por mantener un perfil bajo.

Sandra Cuevas, en cambio, optó por registrar la noche con fotos y videos en sus redes sociales: “Agradezco a la familia Schlapp su hospitalidad en la cena de bienvenida de la ‘International Summit Against Human Trafficking 2023’ en Washington; reunidos con legisladores y alcaldes de México para atender el delito de trata de personas”, comentó en un video.

 

Aunque el evento giró entorno a la lucha contra la trata de personas, los ponentes no ocultaron su origen ultraderechista y ultracatólico. Patricia Salazar, alcaldesa de Allende, Nuevo León, por el Partido Revolucionario Institucional, o Gala del Carmen Lepe, presidenta municipal de Unión de Tula, Jalisco, fueron parte de la comitiva mexicana.

 

“Me pronuncio para combatir la trata de personas con penas más severas. Junto con nuestros representantes legislativos de Cuauhtémoc, presentaremos iniciativas que garanticen la dignidad y felicidad de nuestras niñas y mujeres”,dijo Cuevas después de dejar Washington.

 

Así, añadió un nuevo objetivo más a su polémico Operativo Diamante: eliminar los centros de explotación sexual para cuidar a niñas y mujeres.

Una vez más, Cuevas muestra con hechos su talante político, más cercano a la extrema derecha, violentadora de derechos humanos y defensora de las causas más retrógradas, como si se tratara de una incorporación de avanzada en su agenda política.