La diputada encadena sexenios en el legislativo sin haber ganado una sola elección, incluidos dos intentos fallidos de gobernar Tlaxcala, pero se permite criticar a Marko Cortés reitradamente.

Redacción

El caso de la diputada panista Adriana Dávila podría servir para ilustrar la expresión “morder la mano que te da de comer”, casi literalmente, de hecho. La legisladora derechista lleva años ocupando cargos como senadora primero y luego como diputada, pero lo ha hecho sin ganar una sola elección popular. Y aun así, en 2023 cuestionó la legitimidad de la encuesta interna panista para la candidatura presidencial.

En 2023, Dávila, que ocupa un escaño de Diputada por la circunscripción 4 de Tlaxcala, criticó a la dirigencia del PAN por su decisión de exigir un millón de firmas a quien quisiera postularse para aspirar a la presidencia de México.

“¿Quién va a confiar en una dirigencia que falsificó sus propias firmas?”, aseguró entonces Dávila en entrevista con Expansión, en un duro ataque contra el presidente del partido, Marko Cortés.

Las críticas no son casualidad, pues la propia Dávila buscó en 2021 la dirigencia del PAN y, tras perder, acusó a Cortés de llevar a cabo una “simulación espantosa”. La realidad, sin embargo, es que Dávila ha fracasado en todas y cada una de las elecciones a las que se ha presentado, en aquella ocasión también perdió.

Primer fiasco en Tlaxcala

Su primera derrota en una boleta fue en julio 2010, cuando buscó la gubernatura de su estado, Tlaxcala, pero perdió por 14 puntos ante el priista Mariano González. Tras el cierre de las urnas, Dávila aun aseguraba a los medios que tenía encuestas que la situaban cuatro puntos arriba, pero nunca se supo de dónde obtuvo los datos.

Rescatada como senadora

Dávila ya había sido diputada plurinominal esto es, sin pasar por las urnas, entre 2006 y 2009, y tras perder la gubernatura logró un asiento en el Senado, pero no fue por ganar una elección, pues perdió en Tlaxacala ante la perredista Lorena Cuéllar, sino por representación proporcional. El PAN necesitaba a una mujer, y la rescató.

Segunda derrota en Tlaxacala

Debía permanecer en el cargo hasta 2018, pero, insatisfecha con la amabilidad del partido, buscó de nuevo la gubernatura de Tlaxcala en 2016. Y volvió a perder. Entonces fue el priista Marco Antonio Mena quien le arrebató el triunfo, de nuevo por 14 puntos de diferencia, aunque en esta ocasión, quedó por detrás incluso de la candidata perredista Lorena Cuéllar.

…y de nuevo, Pluri

Pero, de nuevo, el PAN la agasajó con una diputación plurinominal, que ocupa desde 2021, en pleno zafarrancho por sus críticas a Cortés. Al menos, en 2022 se abstuvo de intentar por tercera vez llegar a gobernadora de Tlaxcala, o quizás el partido ya le empezó a decir que no.