El grupo yihadista Estado Islámico ha reivindicado el mortal tiroteo que sacudió una sala de conciertos en un centro comercial en las afueras de Moscú. El saldo inicial reporta al menos 40 fallecidos y más de 100 heridos, dejando un rastro de devastación en la ciudad.

Según el órgano de propaganda de la organización, Amaq, los atacantes perpetraron el acto en la ciudad de Krasnogorsk, cerca de la capital rusa, antes de retirarse a salvo a sus bases. La noticia ha generado conmoción y reavivado preocupaciones sobre la seguridad en la región, mientras las autoridades rusas intensifican los esfuerzos para dar con los responsables y garantizar la protección de los ciudadanos.