Un informe de la policía de Andorra difundido el 26 de abril por El País destaca que el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, utilizó aviones propiedad del abogado Juan Ramón Collado —actualmente detenido— para viajar a Estados Unidos poco después de terminar su presidencia.
El documento también asevera que Juan Ramón Collado habría pagado un tratamiento médico de 100 mil dólares a una de las hijas de Enrique Peña Nieto. Ambas revelaciones implican directamente al expresidente de México con el llamado «abogado del poder», a quien la policía andorrana investiga por su presunta participación en una red de lavado de dinero en el país europeo.
Aunque Enrique Peña Nieto ha sido señalado por su presunta participación en casos de corrupción como Odebrecht y la Estafa Maestra, las autoridades mexicanas no han logrado sentencias en su contra. Sin embargo, la nueva revelación podría llevar al expresidente a ser investigado por el gobierno de Estados Unidos, el cual ha tenido éxito recientemente con la condena de exfuncionarios como Genaro García Luna.
Juan Collado, el abogado cercano al poder
Enrique Peña Nieto ha sido vinculado en varias ocasiones con el abogado Juan Ramón Collado, un litigante conocido por tener entre su lista de clientes al ex líder del sindicato de trabajadores de Pemex, Carlos Romero Deschamps, Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari, y el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva.
Juan Ramón Collado fue detenido el 9 de julio de 2019 en la Ciudad de México por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita. Además, es investigado por la policía de Andorra por un presunto lavado de dinero llevado a cabo entre 2009 y 2012, en el cual habría transferido más de 111 millones de dólares a través de 24 cuentas vinculadas a empresas sin actividad real y testaferros. Los movimientos identificados en el país europeo, antes considerado un paraíso fiscal, han llevado a cuestionar el origen de su fortuna.
Juan Ramón Collado también sería dueño de un avión Cessna Citation 65O y un Bombardier Challenger 601, los cuales que habría comprado con un préstamo avalado por la Banca Privada d’Andorra. Estas aeronaves habrían sido utilizadas por Enrique Peña Nieto a principios de 2019 para trasladar a una de sus hijas a la prestigiosa clínica Mayo de Estados Unidos, donde fue operada tras sufrir un accidente.
Peña Nieto aceptó en entrevista con El País que viajó en esos aviones a las ciudades de Rochester y Baltimore. «Le tengo una gran gratitud», afirmó sobre Juan Ramón Collado, a quien se refirió como «un amigo». El País reveló asimismo que, desde junio de 2022, Andorra solicitó a la justicia de Estados Unidos conocer los registros de esos vuelos para identificar a los pasajeros. Sin embargo, el gobierno de México informó el jueves 27 de abril que desconoce si Andorra o Estados Unidos investigan a Enrique Peña Nieto por esta situación.
La cacería de exfuncionarios mexicanos en EEUU
La revelación de los vuelos de Enrique Peña Nieto a Estados Unidos surge en un contexto de tensión en las relaciones entre Washington y México. La presión sobre la Casa Blanca para combatir el tráfico de drogas en la Unión Americana ha derivado en que el Departamento de Justicia comenzara a indagar a exfuncionarios mexicanos por su presunta vinculación en esta actividad.
Por una parte, se dio a conocer la acusación contra el exsecretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien fue detenido en Los Ángeles en octubre de 2020 por cargos de narcotráfico.
Meses antes, las autoridades estadounidenses capturaron en Dallas al exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna. En febrero de 2023, el exfuncionario del gobierno de Felipe Calderón fue declarado culpable de los delitos de narcotráfico y delincuencia organizada.
Ambos casos se habrían construido con base en investigaciones de lavado de dinero vinculadas a grupos del crimen organizado. Aunque en el caso de Juan Ramón Collado no se han mencionado estos nexos, los cuestionamientos sobre el origen de la fortuna del abogado podrían atraer el interés de la justicia estadounidense.
A pesar de las denuncias, las autoridades en México no parecen avanzar en los casos de corrupción que involucran a políticos. Sin embargo, los sistemas de justicia extranjeros parecen ser la alternativa para lograr que los exfuncionarios de alto nivel rindan cuentas, aunque siempre con base en intereses locales. ¿Acaso Enrique Peña Nieto será el siguiente ejemplo de esta dinámica?