Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, volvió a su país luego de estar tres meses en Florida luego de perder electoralmente.
Bolsonaro, quien es objeto de diversas indagaciones que podrían detener cualquier búsqueda de reaparición política, arribó a Brasilia, la capital, en el marco de rigurosas medidas de seguridad.
Las autoridades intentaron que no se repitan los hechos del 8 de enero cuando los seguidores de Bolsonaro que irrumpieron en los edificios gubernamentales tras la derrota del populista de extrema derecha. Elementos de la policía de Brasilia bloquearon la avenida principal hacia esos edificios.
Cientos de simpatizantes vestidos de amarillo y verde gritaron y cantaron en apoyo Bolsonaro mientras esperaban su llegada. Sin embargo no llegó tanta gente como esperaban.